Como paraguayo creo que esta descripción que hace Gabriel Casaccia del Paraguay y el paraguayo es muy buena. Hay detalles muy interesantes que están realmente muy bien hechos. Los personajes no pintan lo mejor del paraguayo, pero creo que la intención del libro es justamente fijarse en aquellas personalidades más difíciles o no muy halagueñas del Paraguay. Así encontramos el típico vividor, al jugador empedernido, al yerno que odia al suegro y que sólo quiere robarle o matarlo; al empleado público que vive del Estado, pero que también lo odia porque no le pagan un sueldo que vale la pena; a la "babosa", mujer chismosa que vive del mal de los demás, que saborea cuando ve a otra persona en desgracia, que busca historias para alimentar su maledicencia.
Casaccia ha escrito una obra muy interesante, en una ciudad que me gusta mucho: Areguá.
Es una obra recomendada para el que quiera conocer costumbres paraguayas, pero lastimosamente no de las mejores.